Sabemos cómo va, cada vez que olvidas el trípode lo necesitas, cada vez que decides dejar la cámara atrás ¡se presenta una toma preciosa! ¿Cómo solucionarlo? Nunca escatimes, ten siempre la cámara a punto. Aquí tienes algunas formas de mantener tu cámara lista para la acción.
1. 1. Simplicidad
La foto más importante es la que haces. Si no quieres cargar siempre con un equipo profesional, busca opciones más ligeras. Quizá una cámara secundaria más pequeña o un objetivo más ligero con tu cámara grande. Viaja ligero si es necesario, pero que no te pillen sin cámara.
2. Invierte en una mejor bolsa o arnés para la cámara
La forma de llevar la cámara es importante. Accesibilidad, ergonomía y fiabilidad. Reduzca la carga que supone transportar la cámara para tener más energía para concentrarse en lo que le espera. Investiga y encuentra algo que te permita llevar la cámara con estabilidad y al mismo tiempo sea accesible para esa fracción de segundo en la que una foto puede llegar y pasar. La mejor cámara es aquella a la que puedes acceder rápidamente y llevar cómodamente. Nuestra G3 Strapshot o Skout son buenas opciones.
3. Consigue varias baterías, tarjetas de memoria y cargadores
Una cámara muerta no hace fotos y una tarjeta de memoria llena tampoco sirve de mucho. Tener varias pilas puede parecer caro, pero es dinero bien gastado en algo que realmente se usa. Un buen consejo para prolongar la vida de las baterías es mantenerlas cargadas al 50% o más. Si usas la batería al 0% cada vez, puedes acortar su vida útil. Lleva una tarjeta de memoria de repuesto en la cartera o en la funda del teléfono, no hace falta que sea de 64 GB, sólo lo suficiente para que te salve en caso de apuro.
4. 4. ¡Motívate!
Visualiza esa foto perfecta, entiende que lleva trabajo pero merece la pena. Saber que esa foto perfecta está ahí fuera esperándote hará que no puedas dejar la cámara. Perderte esos dulces momentos familiares, ese halcón inesperado, tal vez esa noticia de última hora repentina o esa persona de aspecto maravillosamente extraño que camina por la calle. Mantente al día con tus fotógrafos favoritos y emociónate con las fotos. Es una forma segura de mantener la cámara a tu lado. (También es una buena forma de añadir algo de emoción a momentos del día que, de otro modo, serían mundanos).
5. Haz que forme parte de tu rutina
Levántate, prepara el desayuno, tómate el café y coge la cámara. Incorpora la fotografía a tu rutina y conviértela en parte de tu vida. Hacer un par de exposiciones en el trayecto diario al trabajo, obligarte a equilibrar la apertura del obturador y la sensibilidad ISO te mantendrá concentrado y mejorará drásticamente tu fotografía a largo plazo.